Un nuevo aeropuerto dragón: Daxing International de Beijing

China es la segunda economía más grande del mundo, en gran parte debido a su foco en la manufactura junto a una estrategia de bajos precios que ha transformado al país en el centro de manufactura principal del mundo. Muchas industrias chinas se han beneficiado de este crecimiento económico veloz, incluyendo la aviación. El rápido desarrollo de este sector ha fomentado la expansión de su oferta de vuelos a través de la construcción de 20 aeropuertos nuevos para el año 2020.

Por otra parte, este crecimiento rápido no solo trajo resultados positivos. Actualmente, Beijing presenta un problema de tránsito desafiante, ya que su aeropuerto internacional ha estado operando muy cerca de su capacidad máxima por los últimos cinco años, lo que lleva a críticas constantes de la falta de infraestructura apropiada y las demoras interminables experimentadas por los viajeros. El caos en el actual Aeropuerto Internacional de Beijing no sólo afecta a la industria de turismo china, sino que también genera pérdidas económicas sustanciales por el suministro insuficiente de vuelos, prácticas de sobre-reserva y problemas de demoras.

Por fortuna, el gobierno chino ha decidido tomar acción y remediar la situación construyendo un nuevo aeropuerto en el suburbio sur de Daxing, junto al borde de la provincia de Hubei. A diferencia de ciudades como Paris, Londres o Nueva York, que ya tienen uno o dos aeropuertos adicionales como herramienta para segmentar y manejar la demanda de vuelos regionales e internacionales, el proyecto chino es diferente. El Daxing International de Beijing apunta a actuar como un nuevo centro de transporte en la ciudad, haciendo que sea la primera capital con dos centros principales de transporte para vuelos. El proyecto es revolucionario y ambicioso, ya que también apunta a ser el aeropuerto más grande del mundo, a futuro.

Pensado para server a Tianjin, Beijing y Hebei, este aeropuerto de 2680 hectáreas está proyectado para ser el centro de aviación más grande del mundo con una capacidad final que excede los 100 millones de pasajeros, sobrepasando el Aeropuerto Internacional de Atlanta Hartsfield-Jackson como el aeropuerto más ocupado del mundo. Se espera que tenga siete pistas, seis para civiles y una para militares, junto a una terminal de 78 puertas que fue diseñada por ADPI en colaboración con la leyenda de la arquitectura Zaha Hadid. A pesar de su tamaño, el proyecto es tan eficiente que la puerta más lejana está a sólo 8 minutos de distancia de los controles de seguridad y las primeras cuatro pistas están diseñadas para reducir demoras y tiempos de circulación de aeronaves. Se espera que el proyecto tenga un costo de US$ 12,9 billones. Sin embargo, este presupuesto también incluye la implementación de un tren de alta velocidad en el subterráneo del aeropuerto, conectándolo con el sur de Beijing en sólo 30 minutos.

Este gran aeropuerto apunta a recibir a un amplio número de aerolíneas de todo el mundo, incluyendo la alianza SkyTeam que engloba a China Eastern y China Southern, dos de las aerolíneas más grandes del país. Se permitirá a los dos gigantes chinos manejar hasta un 40% del tráfico de este aeropuerto, lo que genera preocupación de Air China, quien actualmente maneja pasajeros en el actual Aeropuerto Internacional de Beijing. A pesar de ello, debido a la ubicación estratégica cercana al centro de la ciudad,el actual aeropuerto en Beijing ofrece una gran ventaja a viajeros de negocios ya que el sur ofrece un ambiente menos amigable para los negocios, con atoramientos de tránsito frecuentes que alargan los tiempos de viajes entre el aeropuerto y la ciudad.

El proyecto fue pensado por primera vez en 2008, pero la construcción comenzó recién en Diciembre de 2014. Al día de hoy, la estructura principal ha sido completada; sin embargo, el aeropuerto sólo abrirá sus puertas al público para 2019, ofreciendo una capacidad inicial de 45 millones de viajeros. Este número incrementará con el tiempo, ya que se espera que tenga una capacidad para 72 millones de viajeros para 2025 antes de llegar finalmente a su meta final de 100 millones.

El proyecto es valioso para todos, ya que le dará a las aerolíneas chinas acceso a las rutas aéreas de Norteamérica y viceversa. Sin embargo, el Daxing International de Beijing es excepcionalmente ventajoso para China Eastern ya que el mismo le permitirá a la aerolínea volverse un competidor principal tanto en Shanghai como en Beijing para Europa y Norteamérica. Por otra parte, China Southern también está altamente enfocada en hacer crecer su clientela en el nuevo aeropuerto, con planes de desplegar más de 200 aeronaves en la nueva locación para 2020, sólo un quinto de la flota esperada una vez que se complete el aeropuerto.

Desafortunadamente, puede que esta expansión masiva no solucione todos los problemas de tráfico aéreo de China. El espacio aéreo chino está altamente restringido por la alta prioridad que se da a los aviones militares, lo que lleva a un espacio aéreo disponible limitado para usos comerciales. A pesar de ello, algunos experimentos que permiten que se comparta espacio aéreo entre naves militares y civiles ya han comenzado, con resultados muy positivos. El gobierno chino parece estar comprometido a mejorar la industria de la aviación a través de distintas reformas del espacio aéreo que expandirían el experimento anterior a ciudades más grandes como Beijing y Shanghai en el corto plazo.

En conclusión, China parece seguir creciendo en un amplio número de industrias. Si bien no veremos al aeropuerto completado por mucho tiempo, confiamos de que se volverá un importante centro de transporte para el resto del mundo, conectando la capital china con Europa y los Estados Unidos.

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