Con frecuencia, las personas sobreestiman el increíble impacto que los elevadores han tenido en nuestra sociedad. De la misma manera que los automóviles, los elevadores nos han facilitado el transporte y han permitido que las ciudades crezcan verticalmente en lugar de horizontalmente. Desde tendencias arquitectónicas a desarrollo económico y urbano, los elevadores han dado forma a muchas áreas de nuestras vidas diarias. Sin embargo, desde la introducción del elevador de seguridad por Elisha Otis en 1852, no mucho ha cambiado.
La mayoría de los elevadores modernos continúan utilizando un diseño similar al del siglo XIX. El diseño clásico consiste de un sistema motorizado de cables que sube o baja una cabina dentro de un solo hueco. El motor recibe apoyo de un contrapeso que pesa casi la mitad de una cabina totalmente cargada.
Con el rápido incremento de la densidad poblacional en zonas urbanas y el incremento de los rascacielos hoy en día, los elevadores son más relevantes que nunca. Se espera que los sectores de elevadores y escaladores alcancen los 125 mil millones de dólares para 2021, y los líderes del mercado están deseosos de innovar. Sin embargo, los desarrollos recientes en tecnología de elevadores aún fallan en resolver tres contratiempos fundamentales:
- Limitaciones de diseño arquitectónico ya que con frecuencia los edificios necesitan ser diseñados alrededor del sistema de elevadores
- El uso sustancial de espacio ya que cada Sistema utiliza entre el 40% y el 60% del espacio de piso de un edificio
- Las restricciones de altura ya que ningún elevador utilizando cables de acero puede subir más de 600 metros, por lo que a este punto los cables metálicos del sistema se vuelven demasiado pesados para levantar la cabina.
En el edificio más alto de hoy, el Burj Khalifa, que tiene 828 metros de alto, se utilizan dos elevadores separados para llegar al piso superior.
Por fortuna, en 2016, el conglomerado alemán ThyssenKrupp presentó un nuevo e innovador sistema de elevadores que no sólo soluciona estos contratiempos, sino que también logra una de las características más buscadas en elevadores: la habilidad de moverse horizontalmente.
A diferencia de los elevadores tradicionales, el nuevo sistema llamado MULTI opera con levitación magnética, eliminando la necesidad de utilizar cables de acero con sus quisquillosas limitaciones. La levitación magnética o Maglev es la misma tecnología utilizada en algunos trenes de alta velocidad como el Shinkansen en Japón. El elevador utiliza una vía de maglev en el edificio, que está insertada con muelles para guiar las cabinas a través de un campo magnético móvil. De esta forma, ThyssenKrupp puede reemplazar el diseño tradicional de cables y contrapesos con un motor lineal que puede cambiar de dirección de horizontal a vertical con facilidad. El sistema también permite más de dos cabinas por hueco, ya que cada cabina puede operar de forma independiente a la otra, reduciendo el tiempo de espera para los pasajeros e incrementando la capacidad por hasta 50%.
El uso de tecnología maglev también erradica limitaciones de altura o diseño que los ascensores anteriores tenían ya que los huecos de elevador de MULTI pueden ser ubicados de manera mucho más libre alrededor del edicio y operan de manera similar a un metro. También son un 25% más pequeños que los huecos tradicionales lo que permite un ahorro considerable en espacio de piso.
Las cabinas del elevador se controlan por un sistema de datos inalámbrico junto con un algoritmo que dirige a las cabinas a quienes las llaman de la manera más eficiente. Además, también se implementa un sistema excelente de manejo de energía para bajar la energía pico y reducir los costos de inversión en el suministro energético de la estructura. También se cubrieron minuciosamente todos los problemas de seguridad. Además de un nivel de descansos de niveles múltiples, ThyssenKrupp construyó una torre de pruebas de 246 metros en Rottweil, Alemania. La torre fue diseñada especialmente para probar la seguridad de este nuevo desarrollo, y tomó dos años y medio finalizar su construcción.
Según el conglomerado alemán, esperan que el nuevo sistema de elevadores reinvente la manera en que las personas se mueven a través de los edificios, facilitando el transporte entre rascacielos, hospitales, aeropuertos, campuses de universidad y otras infraestructuras grandes.
Si tienen éxito, ThyssenKrupp podría establecerse como el jugador más innovador en la industria de elevadores. Sin embargo, aún hay muchos desafíos que pueden desafiar la adopción de esta nueva tecnología. El principal desafío es la competitividad de costos, ya que la tecnología maglev no es barata y reemplazar el sistema en caso de que haya problemas puede ser costoso o a veces imposible, por ello tuvieron la necesidad de pruebas extensivas para mostrar su confiabilidad excepcional para eliminar preocupaciones acerca de sus potenciales riesgos. A pesar de ello, puede que los ahorros sustanciales en energía y espacio puedan potencialmente balancear el alto costo de la tecnología. La necesidad de elevadores con una capacidad más grande debido al rápido incremento de densidad poblacional en las ciudades también puede motivar a la industria a probarla, ya que sólo la tecnología maglev permite más de dos cabinas por hueco lo que mejora considerablemente la capacidad.
2017 fue un año récord para la construcción de edificios de más de 200 metros de alto. Si bien hay sólo cinco rascacielos de 600 metros o más al día de hoy, el rápido crecimiento de áreas urbanas está impulsando considerablemente el desarrollo de más. Proyectos como la torre Jeddah de 1000 metros de altura en Arabia Saudita están desafiando los límites de la construcción y motivan a las personas a desarrollar nuevas soluciones innovadoras.
Al día de hoy, hay planes para que este sistema revolucionario se instale en la East Side Tower de las oficinas centrales de OVG Real Estate en Berlin. La compañía alemana de bienes raíces tiene un fuerte foco en la innovación y sustentabilidad, haciendo que MULTI sea la solución perfecta para su edificio de oficinas según Coen van Oostrom, CEO de OVG Real Estate. Sin embargo, puede que todavía estemos a un par de años de una adopción masiva de esta tecnología.
En conclusión, si bien ha habido intentos anteriores por mejorar la eficiencia, flexibilidad y capacidad de elevadores, ninguno de los desarrollos anteriores trató con las tres limitaciones principales de diseño y altura además del amplio espacio de piso requerido. Parece que ThyssenKrupp ha logrado resolver estas limitaciones de forma adecuada, pero puede que la adopción del sistema tome aún más tiempo. Hoy, el desafío más importante de ThyssenKrupp es probar a los profesionales de la construcción que sus nuevos elevadores son confiables y eliminar cualquier preocupación acerca de los riesgos potenciales para fomentar la implementación del sistema en estructuras futuras.