Hielo inflamable: un enfoque ambientalmente amigable a los combustibles fósiles

Los combustibles fósiles como el petróleo, el carbón y el gas natural son nuestra fuente primaria de energía. Sin embargo, el petróleo y el carbón conllevan grandes desafíos para nuestro planeta, ya que su uso puede generar grandes cantidades de polución. Una planta de carbón operando puede liberar dióxido de azufre, monóxido de nitrógeno y dióxido de carbono entre muchos otros componentes venenosos como arsénico o plomo.

Se han intentado otros enfoques respecto de energías más ambientalmente amigables. Sin embargo, incluso la energía Solar y la eólica no son soluciones viables para todos los países debido a su alto costo. Muchos países desarrollados ofrecen grandes subsidios para energías ambientales, pero la situación es distinta en países con niveles de pobreza mayores como India o China, donde el uso extensivo de estas tecnologías ambientales puede traer un verdadero desafío logístico y económico para estos países.

Por suerte, hay progreso en la búsqueda de fuentes de energía alternativas. Los ingenieros chinos han logrado extraer con éxito “hielo inflamable” de las profundidades del Mar del Sur de China, lo que puede llevar potencialmente a una revolución energética global.

¿Por qué es tan importante este hallazgo?

China es el mayor consumidor de energía y emisor de dióxido de carbono en nuestro planeta, sobrepasando a los Estados Unidos desde el 2006. Esta situación fue originada principalmente debido a la combustión de petróleo y carbón ya que, debido a su bajo costo, le permitió a la economía China crecer. Tristemente, esto también trajo graves consecuencias para el medio ambiente, y llevó a muchas ciudades Chinas a sufrir de resultados desastrosos como niveles venenosos de smog. El “Hielo Inflamable” representa una alternativa ambientalmente amigable que puede ayudar potencialmente en la lucha contra las emisiones de carbono y a bajar los niveles de contaminación.

¿Qué es el “hielo inflamable”?

Esta potencial revolución en la industria de la energía es realmente llamada hidrato de metano. Se le llama comúnmente “hielo inflamable” ya que su apariencia es similar a la del hielo. Sin embargo, el “hielo inflamable” es metano, gas natural, atrapado adentro de una red congelada de moléculas de agua. Cuando se lo quema, los hidratos de metano, también llamados hidratos de gas o clatratos de metano, producen un 50% menos de emisiones de carbono que el carbón, haciéndolos una excelente alternativa para generar energía.

Los hidratos son blancos y similares al hielo común, pero no debemos ser engañados por su apariencia, ya que los hidratos son un combustible de alta intensidad energética que se enciende con la misma facilidad que el etanol sólido. Este tipo de combustible se encuentra en sedimentos bajo el suelo oceánico, a profundidades entre los 500 y los 3000 metros, o debajo del permafrost en tierra. El mismo ocurre como resultado de una actividad biológica o termogénica creada a partir de procesos geológicos de las profundidades de la tierra. Los hidratos requieren un ambiente con temperaturas menores a 10 grados Celsius y una presión atmosférica 30 veces mayor a la de nuestro ambiente normal para lograr formarse. Estas condiciones también permiten que el combustible se empaque de manera densa, con un metro cúbico de hidratos liberando 164 metros cúbicos de gas natural.

Además de su eficiencia energética y menores emisiones de carbono, muchos científicos creen que hay copiosas reservas de “hielo inflamable” en todo el mundo, sobrepasando a todas las otras reservas de combustibles fósiles combinadas. Sim embargo, todavía hay algunos obstáculos tecnológicos o ambientales que previenen que la industria se desarrolle más en este momento.

Lo Bueno, lo malo y la esperanza de un mundo más ambientalmente amigable

Este tipo de combustible fue descubierto en el norte de Rusia durante la década del 60, pero la investigación acerca de cómo extraerlo comenzó en la última década. Se encontraron grandes cantidades de “hielo inflamable” en el permafrost del Ártico y en el hielo Antártico, el norte de Alaska y Canadá, y debajo del Mar del Surt de China. El combustible también puede ser encontrado comúnmente en todos los márgenes continentales, pero en concentraciones menores.

Países como India, Corea del Sur, los Estados Unidos, Canadá y Japón también han mostrado interés en este combustible, con las últimas tres naciones liderando la investigación del mismo. Como China, Japón también ha intentado extraer el combustible, ya que el país tiene una gran dependencia en importación de gas natural y energía natural, causando preocupación respecto de los costos energéticos y la seguridad de las plantas nucleares. En 2013, Japón usó una embarcación para extraer exitosamente el combustible del suelo oceánico de la Península de Shima. A pesar de ello, la cantidad de combustible extraído fue considerablemente menor que en las exploraciones chinas.

Para alcanzar su objetivo, China ha estado investigando los hidratos de metano por los últimos 20 años. Los oficiales chinos pudieron desarrollar exitosamente una plataforma flotante que permite una extracción continua y más eficiente del combustible, lo que permite obtener tanto como 35,000 metros cúbicos de gas por día y potencialmente crear posibilidades para su comercialización. Sin embargo, el proceso está lejos de ser perfeccionado y la venta del combustible no se espera para antes del 2025 ya que el costo de extracción aún es considerablemente más alto que el de las alternativas energéticas.

Una desventaja mayor para la expansión y comercialización exitosa de este recurso es la amenaza que el metano representa para el medio ambiente si no es extraído correctamente, ya que el metano puede contribuir a los gases de invernadero 36 veces más que el dióxido de carbono si es liberado en la atmósfera en su estado puro. Sin embargo, esta creencia ha sido refutada por científicos noruegos y alemanes. El biogeoquímico de la USGS John Pohlman también está en desacuerdo con estas declaraciones e incluso sugiere que el metano puede tener un efecto refrigerante en la atmósfera.

Por otra parte, la abundancia de hidratos de metano y las menores emisiones cuando se los quema los hace una gran opción para reemplazar combustibles más dañinos como el petróleo y el carbón. Además, si China tiene éxito en desarrollar un método rentable de extracción, esta nueva opción puede impulsar el desarrollo de economías emergentes que todavía necesitan energía pero no pueden costear fuentes de energía renovables costosas como paneles solares o turbinas eólicas como India o la misma China, dos de los mayores contaminantes del mundo.

En conclusión, los hidratos de metano presentan una alternativa más ecológica a otros combustibles fósiles estándar. Si bien todavía necesitamos investigar con más profundidad su impacto ambiental, como los efectos de las extracciones en la ecología marina o los potenciales resultados de que el metano se filtre en la atmósfera, podemos decir con seguridad que esta alternativa nos da esperanza, ya que puede disminuir potencialmente las emisiones de carbono en nuestro planeta de forma considerable.

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